Dentro de las decoraciones de cuartos de baño, el almacenamiento se torna verdaderamente importante. El guardado de diferentes tipos de cosméticos, elementos de higiene personal, toallas y otros tantos objetos es de vital importancia para lograr espacio armonioso y relajado. Es por ese motivo que los vanitorys han ganado una positiva consideración y son actualmente muy utilizados para cubrir esa necesidad.
Dependiendo del tipo de material en el que estén fabricados, la cantidad de cajones disponibles y detalles propios de la terminación de cada pieza conspiran en el establecimiento de diferentes rangos de calidad y precios existentes. En este post describimos algunas de las principales características a considerar antes de adquirir una unidad.
Indudablemente, los vanitorys hechos de mármol son los más caros del mercado, ya que fueron en muchos casos trabajados artesanalmente y encuentran su valía en los beneficios propios de la materia prima. Sin embargo, un fregadero realizado en mármol dependerá también de la calidad de la madera, habitual elemento con el que es combinado, con la que son elaboradoras los cajones y otros habitáculos disponibles.
La división de estimaciones entre fregadero y sistema de almacenamiento de los vanitorys es el secreto para poder adquirir una pieza íntegra, que no sea sensible a la humedad y que además pueda cumplir con eficacia la función de mueble destinado al ordenamiento de objetos.
El porcelanato, acero inoxidable y plástico de alta resistencia son, además del mencionado mármol, son los materiales más utilizados para la fabricación de los fregaderos. Sin embargo, algunos de un valor sensiblemente mayor pueden ofrecer superficies de bronce o cobre.
En el específico caso de las cajoneras, es recomendable prestar especial atención en que las guías de cada cajón sean metálicas y que permitan un fácil deslizamiento de los mismos. Obviamente, la calidad de la madera es fundamental, pero dependerá del presupuesto destinado para su compra.
