Techos con buhardilla

Tomado por algunas personas como una complicación estructural por su difícil integración a la ambientación general de una habitación, los techos con buhardilla pueden ser, por el contrario, un detalle especial para crear rincones cálidos y amenos, ideales para disfrutar de los tiempos libres disponibles.

Se conoce como techos con buhardilla a aquellos que van perdiendo altura desde el centro de la habitación hacia ambos extremos. Puede ser que este tipo de construcción sea utilizada en cualquier ambiente, ya sea dormitorios, cocinas, salas principales y, casi como una exclusividad, los áticos. 

Generalmente, el mayor inconveniente radica en encontrar aquellos muebles que sean aptos para colocarse en ese tipo de habitaciones. Por lo general, al igual que el desnivel del techo, la colocación de los muebles es idéntica; reduciendo el tamaño, fundamentalmente la altura, desde el sector más elevado del espacio hacia el más bajo.

La abundancia de cojines y puff en ambientes con techos con buhardilla es verdaderamente necesaria. Salvo algún sillón chaise longue colocado con el extremo más alto hacia el centro de la habitación, es difícil incorporar otro tipo de muebles. Es por eso que elementos más sencillos sin una estructura sólida son una gran solución para este tipo de decoraciones.

Debido a su inexorable importancia en el espacio, el techo es, por propia decantación, el principal protagonista; obviamente porque se trata de áreas donde la original característica son esos inconfundibles techos con buhardilla. Pintarlos de blanco, por ejemplo, puede darle mayor luminosidad y frescura al ambiente. Sin embargo, si el material base es la madera, un adecuado barnizado es más que suficiente.

La presencia de una ventana es indispensable en espacios con techos con buhardilla. Es imprescindible poder permitir el ingreso de aire desde el exterior para una ventilación adecuada. En caso de carecer de la misma, es necesario considerar la colocación de una, aunque sea de tamaño pequeño.