Techos a dos aguas

techos a dos aguas

¿Alguna vez has visto techos a dos aguas? Son estéticamente preciosos y generalmente se asocian con cuentos de hadas.

Pero, en realidad, los techos a dos aguas tienen  una razón de ser que tiene mucho más peso del que la estética les pueda haber conferido, ¿la conoces?

En este artículo te contamos un poco más de ello.

techos a dos aguas

Techos a dos aguas

Este tipo de tejados o techos es muy característico de las regiones frías y es así porque está creado para impedir la acumulación de hielo, granizo, lluvia o cualquiera de estos efectos climatológicos que pueden dañar seriamente una estructura habitacional.

Como se puede ver, tienen una función mucho más específica de la que pueda parecer en un primer momento. De hecho, generalmente se deben reforzar en caso de factores que involucren mucho viento, como son los tornados o huracanes, ya que la estructura básica de estos techos genera mucha «resistencia» al aire.

Estos techos están compuestos por dos elementos que se unen al medio, llamados faldones o aguas, de ahí el común denominador «techos a dos aguas»; estos techos deben llevar una inclinación mayor a 10 grados en cada uno de sus lados, lo cual nos da la ilusión de un triángulo simétrico si se ve de frente, especialmente reforzado por el hastial o piñón que tiene esa estructura triangular para que el techo quede correctamente ajustado.

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Al final de estos techos encontramos los canalones, donde se acumulan los excesos, que se dirigen por esta tubería hacia otras conectadas entre sí que den a una parte de la casa donde no cause daños mayores; en algunas construcciones esto es apoyado por algunos aleros, colocados como prolongaciones de estos techos.

Por razones de seguridad, esta cubierta tiene piezas impermeables (tejas cerámicas, usualmente) colocadas sobre una base y solapadas una con la otra, así se logra un mayor alcance de cobertura.

Bajo este techo se colocan materiales de aislación térmica.

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Decoración

Ahora que conocemos un poco más las funciones de los techos a dos aguas, una de las cosas más complicadas al respecto es decorar una habitación cuando queda justo debajo de ellos.

Algo muy evidente dentro de estos espacios es que se saturan con facilidad. La forma de evitarlo es utilizando tonos muy limpios y evitando incorporar demasiados elementos.

Los colores más adecuados son neutros como beige, blanco, café claro o colores pastel.

Como material puede usarse la madera con mucho éxito, ya que reproducirá un espacio de comodidad y acogimiento que será respaldado por la forma que adquiere esta habitación. El metal es otra gran opción.

La iluminación se vuelve fundamental, ya que el espacio queda muy «pequeño» y mediante la luz se puede contrarrestar este efecto creando una familiaridad o comodidad, sin importar el espacio que se percibe.

Lo mejor es evitar usar muchos muebles, para no reducir aún más el espacio con el que se cuenta.

¿Sabías todo esto de los techos a dos aguas?

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