En varias oportunidades, la utilización de los garajes pierden su uso original para convertirse en espacios opcionales a aprovechar por los moradores. Esto puede deberse a diferentes motivos tales como la ausencia de coches que puedan ocupar ese lugar o simplemente por contar con otro nuevo lugar para aparcarlos.
Sin importar el motivo, un garaje en desuso es motivo de celebración desde el punto de vista decorativo y funcional. Improvisadas salas, oficinas hogareñas y otras tantas ideas pueden desarrollarse allí con significativa facilidad. Y aunque la afirmación parece ser exagerada, es acertado mencionar que pueden resolverse de esta manera varios inconvenientes comunes a muchas viviendas.