En estos días, hacer referencia acerca de las viviendas inteligentes es algo llamativamente común si se tiene en cuenta que hace tan solo unos años era un concepto futurista que pocos creían que llegaría a concretarse de manera tan temprana. Uno de los ejemplos de la realidad de estas innovadoras ideas son indudablemente las duchas digitales.
Con la interesante y placentera posibilidad de variar rápidamente y con una perfecta exactitud los grados de temperatura del agua, definir la intensidad y cantidad de flujo del vital elemento y otras tantas funciones se han convertido en elementos predilectos por parte de aquellas personas gustosas de los detalles lujosos.