El confort, buen gusto, elegancia y otros positivos aspectos concernientes a una vivienda con estilo y virtudes decorativas no tienen por qué verse desvirtuados con la presencia de las mascotas en el hogar. Aprender a convivir con las mismas respetando algunos principios de higiene y estética es algo posible, aunque se crea lo contrario.
Fundamentalmente en aquellos hogares en los que no se cuenta con espacios verdes, jardines o patios, como es el caso de los departamentos, considerar algunos cuidados especiales favorece a una adecuada convivencia, sin necesidad de alterar la armonía y el estilo decorativo existente.