Con tacones altos, chatos, de gamuza, de charol, con diferentes texturas, colores y diseños, los zapatos suelen ser un pequeño gran inconveniente cuando se pretende organizarlos y darles un almacenamiento ordenado.
Por una cuestión lógica de organización, selección y fácil acceso al par deseado en el momento, lo ideal es mantenerlos agrupados en un mismo lugar y es allí donde se origina el caos. Más aún si se tiene en consideración que, de no mantenerse en condiciones, algunos elaborados con materiales como la gamuza tienden a deteriorarse.
Por suerte, muchas personas que han afrontado el mismo problema, sobre todo aquellas que son amantes de los zapatos y los adquieren en abundancia, han compartido algunas de sus interesantes técnicas para guardar sus preciados tesoros.