El estilo minimalista va muy bien con el toque actual que está cada vez más de moda en los salones actuales. Para ayudarte a crear buenos salones minimalistas, en el artículo que veremos a continuación hemos preparado las pautas y los consejos básicos que debes tener muy presente a la hora de crear este espacio.
El estilo minimalista aúna en un único espacio elegancia, luz y tranquilidad, veremos como aplicarlo a salones minimalistas. Para conseguir recrearlo en tu casa, necesitas recurrir a unas pautas básicas, como las que te explicamos a continuación. Este tipo de espacios son perfectos si te gusta la filosofía oriental del zen. Por ello, el uso de muebles de estilo oriental tiene una cabida perfecta en este tipo de salones minimalistas. Éstos harán que nos acerquemos a ese ambiente minimalista que buscamos crear.
Además de muebles de toques orientales, debemos decantarnos por mobiliario de líneas rectas. Siempre debemos priorizar las líneas simples por encima de las curvas y de las ondulaciones. Esta pauta la seguiremos no solo en los muebles, también en otros elementos como cuadros, espejos, alfombras, etc.
La principal “regla” a la hora de decorar salones minimalistas es apostar por decorar con los elementos que sean tan solo necesarios ya que este estilo aboga por una decoración que no sea recargada y en la que tanto formas como diseño sean modernos y “vistan” por sí solas las estancias.
En primer lugar deberémos contar que necesitamos un sofá y en casi todos los salones minimalistas que se muestran como ejemplo entre las firmas dedicadas al diseño de interiores, suelen estar presentes los del tipo “chaise-longue”, por lo que si tenéis suficiente espacio son quizás los más indicados.
Tras elegir el sofá deberémos saber si queremos o no una mesilla de centro o de café y que no está presente en todos los salones pero no es mala idea si tenemos un espacio amplio. Las hay muy pequeñas y funcionales e incluso las hay que pueden hacerse más grandes si lo necesitamos.
El mobiliario para los salones minimalistas debe ser de líneas muy sencillas y rectas en colores sólidos o neutros ya sea sobre superficies de madera o lacadas bastante abiertos y sin demasiados cajones o armarios.
Las paredes de los salones minimalistas deben estar prácticamente vacías, por lo que puedes jugar con la combinación de un par de colores sobre ellas como única decoración, utilizar algún discreto vinilo o incluso algún cuadro apto a las medidas del espacio. Olvida también abusar de complementos y deja que piezas fundamentales de la estancia como lámparas, alfombras o textiles se conviertan en los elementos ornamentales protagonistas de la decoración.
