Hemos hecho innumerables referencias acerca de esta doctrina que fascina a millones de personas de distintas latitudes desperdigadas por el planeta. Con el objetivo de reforzar conceptos e incorporar algunos útiles consejos, nos centraremos específicamente en los salones Feng Shui.
Contrastando con la vorágine y la agitación característica de los tiempos modernos, este tipo de ambientes significan un espacio libre de tensiones, un revitalizador recreo para relajarse, meditar y recargar las energías desgastadas durante el transcurso de los días.
Inspirados en una milenaria doctrina japonesa, los salones Feng Shui se caracterizan principalmente por el orden y el uso de cosas prioritarias, sin ostentar demasiadas pertenencias que no tengan un significado o una función específica para ser parte de la cotidianidad de los moradores.
Aunque parezca un simple detalle, si los salones Feng Shui están ligados directamente a la puerta de ingreso a la vivienda, el color con el que es pintada la misma es de suma importancia. Dependiendo de la ubicación de la puerta es que debe ser elegido el color con el que será pintada.
Por dar algunos ejemplos acerca de las puertas pintadas en los salones Feng Shui, es posible aseverar que las que están orientadas hacia el este generalmente deben ser pintadas de verde, a diferencia de las que se colorean con azul cuando están direccionadas hacia el sureste. Rojo, por su parte, es el color elegido para pintar las puertas de salones Feng Shui que claramente apunten hacia el sur y púrpura o en su defecto negro, aquellas que marquen una orientación hacia el norte.
Mantener los salones Feng Shui ajenos de la mejor manera posible de ruidos y artefactos electrónicos es una buena medida para entrar mucho más rápido y sostener un estado relajado; despreocupado completamente de las banalidades ofrecidas por el mundo ordinario y las falsas necesidades.
