Con diez metros de altura y tan sólo un increíble metro de ancho, una construcción ubicada en la localidad brasileña de Madre de Deus, sorprendiendo incluso hasta a los mayores precursores de prácticas soluciones para contrarrestar la superpoblación existente en algunas ciudades. Es indudablemente un departamento reducido al extremo, rozando el límite de lo fantástico.
Más allá de su elevada altura, ésta vivienda particular debe adaptar completamente todas sus funciones en virtud de un ancho inusitado, que solo permite la incorporación de algunos muebles de medidas acordes a sus características.
Actualmente, el edificio reducido al extremo cuenta con un total de tres pisos entre los cuales se dividen las principales disposiciones del hogar. El fenómeno ha llamado tanto la atención que inclusive se han instalado frente a la vivienda algunos bancos para que los curiosos y turistas puedan detenerse un momento a contemplar la singular fachada.
La pareja que habita en el lugar tiene pensado incluso agregar un cuarto piso siempre y cuando las condiciones estructurales del departamento reducido al extremo lo permitan. Según anunciaron, esa nueva planta sería destinada a la recreación, el ocio y alguna ocasional barbacoa junto a familiares y amigos.
La diseñadora de esta idea de un espacio reducido al extremo es la mujer de la pareja, Helenita Queiroz Tumba Minho, quien decidió adaptar su vivienda a las disposiciones de terreno existentes. Dentro de esa increíble edificación de nada más que un metro de ancho se dispersan dos salas, tres dormitorios cada uno con su correspondiente baño, una cocina comedor y, como si eso fuera poco, una terraza de uno por diez metros.
En un principio, las autoridades locales se encontraban rehaces a aprobar el proyecto de construcción, pero luego de varios trámites y autorizaciones Helenita logró cumplir con su cometido, algo poco común para la mayoría de las personas.