Es importante determinar qué evitar en un dormitorio. Después de una larga jornada, nada mejor que un reparador descanso. Pero, ¿está la habitación en condiciones de brindarnos esa necesidad?
Aunque pasen desapercibidos, existen varios factores que pueden privar de merecidas horas de sueño. Considerando algunos aspectos, es posible aprovechar al máximo las horas destinadas a dicho fin.
Los colores existentes en el dormitorio son un condicionante. Además de las paredes, los pisos, adornos y mobiliario en general influyen psicológicamente y afectan la percepción de sensaciones.
El verde, por ejemplo, es un color que simboliza la armonía, el descanso y la tranquilidad. El blanco o gris claro son otra excelente opción para los dormitorios. Por otra parte el color azul genera calma. Entonce, en cuanto a los colores, ¿qué evitar en un dormitorio? Obviamente, colores estridentes o demasiado oscuros.
Entre los elementos existentes en el cuarto de descanso, hay varios que se encuentran dentro de la lista de qué evitar en un dormitorio. Los escritorios o espacios de trabajo no permiten aislarse completamente de las obligaciones. Al menos, es necesario separar con una mampara o biombo cada sector para evitar el contacto visual con el área de trabajo.
Los componentes electrónicos como televisores, teléfonos y ordenadores sólo contribuyen a una mayor generación de ondas que afectan al sistema inmunológico, además de provocar aislamiento y falta de comunicación entre las parejas.
De acuerdo al Feng Shui, los espejos en el dormitorio no sólo generan una distracción, sino que además absorben la energía de las personas que se encuentran en el dormitorio.
La simetría de un dormitorio resulta relevante. Se ha comprobado que decorar y amueblar en pares y ubicaciones simétricas favorece al descanso. Dos mesitas de luz iguales, una de cada lado de la cama, almohadas iguales y otras consideraciones son la clave de una ambientación ordenada.