Una pequeña inversión, menor seguramente a 5 euros, ganas de realizar manualidades sencillas e imaginación activa son suficiente capital para concretar pequeños proyectos caseros referidos a la decoración de portarretratos.
Adquiriendo un portarretratos común, de bajo costo o reciclando algunos existentes en el hogar se pueden crear verdaderas obras de arte hogareñas. La personalización de los mismos va a depender del tipo de foto que se colocará y el objetivo del arreglo, que puede para regalar o simplemente para mostrarse en casa.
El más clásico de todos los modelos es indudablemente el que consiste en la decoración mediante pequeñas conchas marinas, las que se pegan en el marco cubriéndolo por completo o combinando su ubicación para formar palabras o efectos.
Este tipo de decoración se adapta perfectamente para ser utilizado con fotos de las vacaciones de verano o aquellas que tengan relación estrecho con el sol, el mar y la vida al aire libre.
Los botones son una opción única si se trata de diversidad de formas y tamaños. Pueden utilizarse todos del mismo color y tamaño o ser diferente, de acuerdo a lo que se intenta transmitir. Si es una foto divertida, distintos tipos de botones le darán un toque fresco, en tanto la uniformidad de los elegidos coincide con fotos un poco más serias.
Las cintas se han convertido en la manera más sencilla de decorar los portarretratos. Metalizadas o del color que se elijan, sólo necesitan manipularse para formar ribetes o moños decorativos. La demanda de tiempo es ínfima, pero los resultados son muy satisfactorios.
Las telas o retazos son algo más refinado. Requieren de la confección de cortes previos que deben cubrir la totalidad de los marcos. Se puede ocupar una tela uniforme o jugar constantemente con la conjunción de distintos estampados. Los cortes pueden ser en forma triángulos, círculos, tiras, cuadros o simplemente un completo forrado del marco.