En muchas oportunidades hemos hecho referencia a la decoración desarrollada con fotografías. Colgadas en la pared, mediante alguna manualidad en especial o simplemente sobre una pequeña mesa, son una excelente forma de darle subjetividad a las habitaciones. Pero, en una era totalmente tecnológica, ¿por qué no darle cabida a los porta retratos digitales?
Contar con un dispositivo con una pantalla generosa se puede atraer la atención de los visitantes; además de ahorrar espacios ya que es mediante el mismo visor que las fotografías van apareciendo una tras otra a manera de diapositiva. Resumiendo la idea, un solo de tantos porta retratos digitales, cientos de fotografías expuestas en cuestión de minutos.
Considerando esa básica función, vale la pena admitir que los porta retratos digitales han potenciado sus virtudes y sumado a las clásicas presentaciones una gran cantidad de nuevas funciones que le otorgan una excelente funcionalidad.
La personalización de los fondos de pantalla, diferentes maneras de exhibir las imágenes, reproducir videos y música al mismo tiempo que el paso de las fotografías se está concretando, todo preparado para vivir una experiencia aún más conmovedora. Los modelos más modernos han incorporado los controles remotos como alternativas progresistas.
Por cierto, al existir tanta variedad de modelos y marcas en el mercado, es importante saber realmente cómo elegir porta retratos digitales que cubran las expectativas de cada usuario. Una pantalla de dimensiones importantes será siempre más valorada que una mediana o pequeña por su mayor alcance hacia las personas presentes.
La perfecta combinación entre los recuerdos proporcionados por las fotografías y las utilidades tecnológicas de cada uno de los nuevos porta retratos digitales, los ubican como adornos muy recurrentes al seleccionar los elementos que forman parte de una decoración en el hogar. Marcas tradicionales en el rubro fotográfico y otras especializadas en imagen y video son las más recomendadas.