Los preparados y caldos de las brujas son famosos por los extraños ingredientes que contienen. En el imaginario colectivo, una gran caldera sirve para mezclar condimentos con el fin de crear pociones peligrosamente mágicas.
Para esta nueva edición de Halloween, varias botellas de las tenebrosas pociones pueden ser adornos maravillosos para lograr una atmósfera macabra en torno a las celebraciones.
La elaboración de estas llamativas botellas puede reunir a la familia en torno a las manualidades a realizar, siendo un proyecto ameno y divertido de desarrollar.
El primer paso contempla la adquisición de los recipientes. Pueden usarse saleros, aceiteras, botellas transparentes de productos como shampoo o cremas corporales. La tapa no es demasiado importante, ya que puede posteriormente fabricarse una tallando a medida un corcho de vino.
Igualmente, lo más recomendable es utilizar pequeñas botellas o recipientes de vidrio, los que pueden obtenerse de productos existentes en el hogar o comprarse a bajo costo en una tienda.
Una vez que los recipientes se encuentran totalmente limpios, se procede a crear el contenido líquido o las pociones, como se prefiera. El secreto radica en la preparación de diferentes infusiones tales como frutilla, manzanilla, té verde y otras tonalidades.
Algunas especias como el pimentón brindan tintes de color y le dan además un aspecto más espeso y tétrico al contenido. Si se quiere tener mayor variedad, pueden comprarse diferentes colorantes para alimentos, existentes en la mayoría de las tiendas de repostería.
Las etiquetas de las botellas pueden obtenerse simplemente de varios modelos preestablecidos que circulan gratuitamente en la web. Imprimir los mismos en papel pergamino crea un efecto añejo ideal.
Para completar lo que puede ser utilizado como un centro de mesa, solo basta con integrar las botellas en una misma base de madera previamente pintada o decorada acorde a la temática y agregar insectos, arañas y otros adornos de utilería.
