Los dormitorios de los adolescentes suelen ser ambiente realmente divertidos de decorar. Los pisos laminados aumentan esa experiencia permitiendo sencillamente seleccionar el modelo deseado para el piso sin necesidad de remover una sola laja.
Independientemente de las paredes y los adornos, los pisos son la clave de una habitación que logra determinar una temática acorde a los gustos de los futuros adultos. La principal ventaja, además de su estética, es la durabilidad de este tipo de superficies.
Sus bondades permiten soportar derrames de líquidos, rayones hechos con tapones de zapatos de fútbol y todo tipo de atentados que un piso común y corriente no podría soportar. Es una excelente alternativa para ahorrar mucho dinero y a su vez permitir al adolescente seleccionar la temática de su cuarto a gusto.
Réplicas de maderas, cromados, coloridos y una gran variedad de otras propuestas pueden encontrarse en el mercado, con un valor significativamente inferior a los originales.
La instalación de los pisos laminados es muy sencilla y han empresas que han hecho la prueba y comprobado que pueden instalarse hasta trescientos metros cuadrados en un solo fin de semana, algo impensado si se desea cambiar radicalmente los pisos existentes.
Todo esto sin necesidad de llamar a un contratista o especialista; ya que el sistema de instalación es verdaderamente muy sencillo y apto para cualquiera.
Comparando los pisos laminados con las tradicionales alfombras, las diferencias son abismales. La durabilidad promedio de una alfombra tratada y limpiada correctamente es de diez a quince años; en tanto los laminados prevén una vida útil de unos veinticinco años, presentando tan solo algunas decoloraciones.
Por otra parte, las alfombras tradicionales acumulan y absorben olores, derrames y otras desagradables sustanciales que producen gérmenes y atentan directamente a la salud de las personas. En cambio, los pisos laminados son fáciles de lavar y evitan la acumulación de este tipo de riesgos.