Rústicos, bellos y de fácil mantenimiento, los pisos de piedra gozan de un hermoso acabado antiguo que le otorga mucho estilo a cualquier habitación. Diferentes tipos con variables colores, formas y texturas pueden adaptarse fácilmente a cualquier estilo decorativo con naturalidad. Dependiendo del clima existente en el ambiente, es un material considerado transmisor de temperaturas forzadas mediante calefactores o aires acondicionados.
Contrario a lo que ocurría tiempo atrás, actualmente muchas piezas vienen cortadas en medidas establecidas para una colocación más rápida y sencilla. El único requisito para disfrutar de este tipo de suelos es aplicarlos sobre una base plana, uniforme y estable.
Más allá de la colocación y fijación mediante un pegamento especial para tal fin, aquellos pisos de piedra con una superficie porosa requieren de un especial sellado para evitar protuberancias molestas al contacto con el cuerpo. Por otra parte, al momento de pegar cada pieza es necesario evitar grietas ente cada una de estas. De esta manera se podrán prevenir posibles roturas por poseer una mejor compactación de manera uniforme a lo largo de toda la superficie.
Si bien el cuidado y mantenimiento de los pisos de piedra no requiere demasiada atención, existen algunos principios que deben respetarse para que las piezas no pierdan sus virtudes estéticas originales. Esencialmente, la rápida acción de limpieza sobre derrames de sustancias, sobre todo aquellas con componentes ácidos, debe considerarse una prioridad.
Para todos los casos, independientemente del tipo de piedra del que se trate, es fundamental evitar la utilización de limpiadores para el hogar comunes a cualquier tipo de superficie. Generalmente, este tipo de productos atentan contra la integridad de los pisos de piedra, generando el desprendimiento de la capa selladora.
Existen algunos limpiadores especiales para piedra, utilizados generalmente por los artesanos que son ideales para su mantenimiento. En otros casos específicos, el encerado periódico de las piedras es una acción necesaria.
