Para conseguir distintos efectos en el hogar se recurre a distintos tipos de decoración. El efecto escarchado fue realmente popular en la década de los 80 y, aunque ya no se ve con tanta recurrencia, todavía hay muchas casas que lo usan para darle un efecto especial a las paredes.
La verdad es que el efecto conseguido de pintar con gotelé no pasa de moda, porque es una forma sencilla de decorar una estancia. Por eso te comentamos algunas cosas sobre ello.
Pintar con gotelé
El gotelé viene del francés «goutte» o «gouttelette» que significa «gota» o «gotita», con lo que hace referencia a una técnica especial. Pintar con gotelé es esparcir pintura al temple (la cual es mucho más espesa que las pinturas normales), aunque también se consigue con pintura vinílica, con la que se crea un efecto grumoso que produce una especie de efecto visual de «goteado en la pared», efecto que viste de inmediato cualquier habitación.
Es ideal para habitaciones juveniles, vanguardistas o vintage. Aquí te decimos más detalles de cómo puedes pintar con gotelé cualquier estancia.
Cómo hacerlo
Lo primero que debes saber es que hay dos formas de conseguirlo: ya sea con pintura al temple (que debe estar consignada para crear este efecto) o con pintura vinílica. Aquí te hablaremos sobre la pintura al temple, pues es más fácil de conseguir y requiere mucho menos esfuerzo que su contrario. Aunque, también es más fácil de quitar, por lo que te será más fácil de retirar si quieres cambiar la decoración.
Recuerda que la parte fundamental de pintar con gotelé es que se creen grumos en toda la pared, lo cual deja una textura como de gotas.
Como primer paso para pintar con gotelé debes asegurarte que la pared donde pintarás esté completamente limpia, primero limpia con un paño húmedo y de ser necesario lija para crear el liso que necesitas. Para pintar con gotelé usando la pintura de temple es también necesario un fondo fijador, de esta forma consigues el lienzo duro que se necesita.
Como este tipo de pintura es densa lo ideal es mezclarla con agua hasta conseguir la densidad que permitirá el efecto grumoso sobre la pared.
Para ello, puedes usar una pistola compresora que debes ubicar a una distancia de entre 15 a 20 centímetros, en las cuales puedes ajustar las boquillas para que se controle la forma en que se aplica.
Otra excelente opción son unas brochas especiales. Son una especie de rodillos dentados que colocan la pintura al ritmo de la manivela. Algunos las conocen como brochas tirolesas.
Lo normal en pintar con gotelé es que sea suficiente con una sola mano de pintura, pero si deseas reafirmar el estilo puedes aplicar una segunda capa de pintura plástica.
En estilos vintage pintar con gotelé es la opción, así que no dudes y comienza a experimentar con tus opciones de pintura.
¿Te gusta pintar con gotelé?