El pintado de techos forma parte de una temática muy discutida y con dispares opiniones por parte de decoradores profesionales y moradores en general. Como hemos comprobado con anterioridad a través de algunos post anteriores de Decoracionia, el agregado de color siempre contagia alegría y belleza.
Sin embargo, si lo que se intenta lograr es una sensación de calma, relajación y armonía, lo que se necesita es el uso de tonalidades neutras. Considerando ambas posturas, el idel para cada caso en particular depende de algunas características propias de cada uno de los ambientes.
Previo al pintado de techos, es muy importante determinar qué es lo exactamente se está intentando lograr en ese ambiente. Si el mismo es solo para el disfrute de los moradores o si se trata de lugares de mucha convocatoria como comedores o tiendas, por dar algunos ejemplos, además de la edad de las personas que generalmente acuden a la habitación son también otros factores determinantes.
Las dimensiones y la sensación general de las habitaciones al realizar el pintado de techos puede variar rotundamente. En prácticas algo anticuadas, los colores a seleccionar dependían directamente de las características de las paredes. Eso ha ido cambiando y en la actualidad puede tomarse al techo como una unidad complementaria pero a la vez completamente independiente.
Es por esa libertad expresiva que el pintado de techos ha experimentado en los últimos tiempos apuesta mucho más arriesgadas y ya no son solo el blanco, algunos beige o colores pasteles los únicos exponente del aspecto que se percibe al levantar la mirada. a elección depende exclusivamente de los moradores, siendo prácticamente las mismas las pautas utilizadas al elegir la tonalidad de las paredes.
Combinar el pintado de techos con el de las paredes garantiza combinaciones perfectas y puede jugar completamente entre claros, oscuros, fríos y cálidos para encontrar la mejor opción posible.