El pintado de ventanas es una técnica utilizada para decorar específicamente los cristales. Si bien no es demasiado utilizado por las creencias acerca el impedimento de luz natural que provoca, es posible plasmar arte por este medio sin oscurecer demasiado una habitación.
Ideal para dormitorios o espacios infantiles es de sencilla realización y su ejecución puede llevarse a cabo sin invertir demasiado, solo un poco de talento con el pincel.
La técnica se basa en la utilización de films transparentes que, una vez pintados con el motivo deseado, son adheridos al cristal. Por otra parte, se está actualmente experimentando con el pintado directo en el vidrio.
Existen pinturas especiales para cristales pero con un elevado costo, por lo que las acrílicas son la principal opción para realizar un trabajo prolijo y vistoso, sin pérdida de resolución e intensidad de los colores.
Para una alternativa aún más económica, las temperas y acuarelas van muy bien y reúnen las condiciones adecuadas para realizar un trabajo, pero debe tenerse en cuenta que su durabilidad es sumamente menor.
Lamentablemente las temperas y acuarelas tienen tendencia a agrietarse formando cáscaras de pintura, además de impedir un lavado normal de los cristales.
Para dejar libre de pintura el perímetro de la ventana es suficiente con colocar cinta de pintor cubriendo los centímetros deseados, dependiendo siempre del tamaño del cristal. Esto permitirá que la luz externa acceda al ambiente sin inconvenientes.
Una buena técnica es utilizar la cinta de pintor en el interior de la pintura, sacándola posteriormente para dejar plasmados claros que pueden integrarse o ser parte de la pintura realizada.
Es fundamental, para garantizar el constante ingreso de luz durante el día, aplicar trazos con delgadas capas de pintura. Cuanto más cantidad de manos de pintura se fijen y mayor sea el espesor de cada pincelada menor será la luminosidad.
