Entre otras formas de lograrlo, no existe nada mejor para darle vida a los ambientes que la incorporación de patrones decorativos. En las paredes mediante empapelados o vinilos, por medio de cojines o directamente en los tapizados convierten rápidamente habitaciones insulsas en espacios cargados de atractivos visuales.
Desde grandes apliques hasta pequeños detalles, los patrones decorativos permiten la incorporación de diseños que contemplan formas y colores que tienen como objetivo contrastar con las paredes de fondo o con otros motivos.
Si bien existen estampados preciosos, la elección de patrones decorativos no resulta del todo sencilla. Es que ineludiblemente deben considerarse previamente las características generales de las habitaciones, tales como colores, muebles y adornos existentes.
Para experimentar un proceso más sencillo, lo primero que debe establecerse es qué tipo de diseños son los coincidentes con los gustos de los moradores. Flores, figuras geométricas, animal print y otros tantos conforman una variada gama de patrones decorativos a elegir.
Algunos patrones decorativos tienen un contundente efecto visual y sobresalen bruscamente dentro de las ambientaciones. Éstos deben ser considerados ideales para contrastar con paredes pintadas con colores suaves si se quiere adquirir un efecto mayor.
Por otra parte, puede optarse por patrones decorativos más sutiles, recomendables para espacios más conservadores. La intensidad depende fundamentalmente de los colores utilizados, sin ser el motivo el principal determinante para la elección. Existen patrones decorativos florales con colores muy llamativos y otros de igual estampado pero con tonalidades más suaves.
La mezcla de patrones decorativos ha sido una estrategia que ha tomado vigencia en los últimos años, siendo los más reconocidos decoradores internacionales sus principales impulsores. Combinar e interactuar con diferentes patrones decorativos no es complejo, sólo se trata de dar rienda suelta a la creatividad.
La única regla es que cada diseño mantenga alguna coincidencia, al menos mínima, con el resto de los patrones decorativos a través de los colores o las formas.
