Las paredes de madera pueden engalanar las habitaciones de una casa, otorgando sensaciones de mayor profundidad y dimensión. Sus características innatas convierten a este material en uno de los preferidos por muchos moradores.
Los diferentes tipos de madera facilitan su inserción a cualquier espacio, seleccionando la textura, el color y características específicas adecuadas para cada decoración.
Algunos procesos de impermeabilización han permitido que las paredes de madera sean instaladas también en espacios húmedos como cuartos de baño o lavaderos sin afectar su calidad original.
Independientemente del estilo decorativo en general que presente una habitación, las paredes de madera son una excelente forma de otorgar calidez y darle una apariencia amena al hogar.
En el caso de las construcciones que originalmente fueron edificadas con otros materiales, la utilización de paneles de madera es una alternativa factible para modificar el aspecto de las salas principales, dormitorios, cuartos de baño o cualquier ambiente que necesite un rejuvenecimiento inmediato.
La sencilla instalación de los mismos y la excelente variedad de colores y tamaños los hacen convertirse en uno de los métodos de embellecimiento predilecto para muchos decoradores y personas en general.
Entre diferentes diseños, se puede afirmar que los más reconocidos son dos, los de tonalidades naturales, propias de la madera y los laminados plásticos. En el primero de los casos y más allá de las texturas y colores propios de cada tipo de madera, el barnizado ayuda a oscurecer y darle brillo a los paneles.
Por su parte, los laminados plásticos ayudan a reflejar la iluminación existente en los interiores. Esta técnica tiene la ventaja de permitir que las superficies de las paredes de madera puedan ser pintadas con mayor facilidad, al igual que su limpieza.
El mantenimiento de lo paneles es muy importante. Una adecuada y regular limpieza puede aumentar drásticamente la vida útil de las paredes.