Paisajes en miniatura

Un jardín puede ser enorme o con dimensiones reducidas. Algunos ocupan un amplio espacio verde y otros simplemente son improvisados en departamentos o terrazas.

Independientemente del tamaño, se pueden crear diferentes puntos de atención por medio de paisajes en miniatura. Se trata de recipientes o terrarios delicadamente adornados con el objetivo de recrear un diminuto jardín o paisajes representativos dentro del mismo.

Lo primero que debe seleccionarse es el frasco o envase que se utilizara como contenedor del paisaje en miniatura. La forma y tamaño dependerá directamente del espacio con el que se cuente. Los elementos más clásicos para estas obras de arte diminutas son los terrarios, pero fuentes, bandejas o cualquier elemento que cumpla la función puede ser utilizado.

El único requisito previo para comenzar a crear y dejar volar la imaginación es preparar el contenedor. Debe tener un sistema de drenaje propio para ayudar al mantenimiento de plantas y tierra. Esto se logra sencillamente mediante la perforación de algunos agujeros en el fondo.

Antes de crear una escena en miniatura se debe colocar una base de grava para evitar la acumulación del agua y futuros problemas con las raíces de las pequeñas plantas. Una vez cumplidos estos pasos comienza lo mejor, la hora de imaginar y plasmar la idea.

Salvo que el motivo a representar sea realmente muy claro, una buena idea es hacer un bosquejo con lápiz y papel detallando los elementos que serán necesarios para la tarea. Es ilimitada la cantidad de accesorios que representan imágenes en miniatura, fáciles de conseguir y a precios realmente bajos.

Con tapas plásticas pintadas adecuadamente pueden, por ejemplo, representarse estanques o piscinas. Ramitas, palitos y plantas diminutas le darán un toque natural irremplazable. Hay algunos árboles enanos, más económicos que los renombrados bonsái, que pueden recrear fielmente a los de tamaño normal ofreciendo un aspecto fabuloso.