Delicadas, suaves y armoniosas. Así son las hermosas mesas bailarinas, las que rinden con incomparable elegancia un merecido homenaje a aquellas mujeres que con sus leotardos, tutú, mayas y zapatos de baile con media punta deslumbran a una gran cantidad de público amante de la danza clásica.
No es casualidad que esta creativa pieza haya nacido de la pasión y la esencia de un pueblo con una impresionante tradición dentro de este tipo de arte. Obviamente, nos referimos a Rusia. La Lounge Table Giselle, como se la conoce comercialmente es una realización de la diseñadora Anna Neklesa.
Las mesas bailarinas está completamente fabricadas con acero y pintadas con polvo de aluminio para darle un aspecto aún mejor. Aprovechando los clásicos vuelos redondeados de los tutú, esta espectacular pieza utiliza la misma técnica y provee diferentes habitáculos dispuestos alrededor de toda la circunferencia.
Es en esos espacios dispuestos por las mesas bailarinas donde pueden depositarse revistas y otros objetos sin ningún inconveniente. Una solución perfecta a la hora de leer periódicos durante el desayuno o merienda. Si bien las dimensiones no son demasiado generosas, son suficientes para disfrutar de una infusión, algunos alimentos y el correspondiente material de lectura.
El ballet como principal inspirador de los diseñadores rusos de las mesas bailarinas ha aportado su propia esencia para generar una instantánea sensación de glamour y cultura a los espacios. La cuidada forma en la que se han elaborado las patas y dispuesto las piezas fue previamente estudiada para simular un paso de baile clásico de este tipo de danza.
Las mesas bailarinas parecen combinar la fuerza y pasión del ballet por medio de su sólida estructura con la suavidad y estética otorgada por la gracia de las artistas. Una combinación perfecta, que como parte de una tradición rusa ha sido creada para darse a conocer al mundo y mantener intacta una tradición milenaria.