Llamativas, amenas y simpáticas. Así pueden describirse este grupo de lámparas poco convencionales. Presentes en cualquier habitación generan la luz necesaria para ambientar un sector específico. Pero son mucho más que eso. Se trata de un toque divertido, orientado a quebrar con las viejas estructuras de una decoración anticuada y demasiado rígida.
Formas, colores, diseños y llamativas modalidades de encendido encierran una propuesta variada y divertida, con un amplio abanico de posibilidades que escapan a la imaginación convencional.
Tal es el caso de la lámpara alcancía o monedero. Aunque parezca increíble, el artefacto requiere ingresar una moneda en el cuerpo de la lámpara para habilitar su encendido. Se iluminará el ambiente sólo cuando se produzca un nuevo depósito de monedas.
Es una excelente manera de crear una conciencia de ahorro, tanto económica como energéticamente hablando. La llamativa modalidad de encendido es irresistible para muchas personas y tiene por mérito propio, un encanto muy especial.
El modelo apodado Titacnic no es demasiado glamoroso, aunque sí puede considerarse un elemento distinto, con cierta elegancia propia basada en la increíble y muy reconocida historia llevada también al cine. En su estética, tal vez con apariencia un poco casual, la lámpara se encuentra apoyada a una mesa, la cual simula ser la superficie acuática.
Con tan sólo media base como pie, la lámpara quedará apoyada en la mesa; simulando el clásico momento en el que el impresionante barco comenzaba a hundirse.
Variando el color de las mismas y combinando tamaños, funcionalidad y posibles estampas que no desentonen con los salones principales, las lámparas pueden ser un excelente modo de provocar un impacto y rejuvenecer con motivos muy divertidos el ambiente en el que se encuentran.
Estos son tan solo dos claros ejemplos de lo que se puede lograr aplicando un poco de ingenio e imaginación y sin realizar costosas inversiones.