Seguramente debe ser una de las tareas más tediosas a desarrollar en la vivienda. En otras oportunidades, en Decoracionia hemos desarrollo los diferentes tipos, características y cuidados de las mismas. En el presente, queremos mostrarte cual es la manera correcta de limpiar una chimenea para evitar humo y otro tipo de males acumulativos.
Al ser un elemento que se usa en algunas ocasiones y donde la suciedad y las obstrucciones no se perciben a simple vista, muchos propietarios ignoran o hacen caso omiso a las verdaderas técnicas que debe aplicar para disfrutarla de modo seguro y saludable.
Por dar un ejemplo claro acerca del desconocimiento de algunos propietarios al limpiar una chimenea, seguramente nunca han oído hablar de la llamada cresota. Es, básicamente, una sustancia gomosa y maloliente que se produce debido a la propia combustión. El problema es que la misma se acumula gradualmente y puede transformarse verdaderamente en un peligro latente de cara a un posible incendio.
Pese a que la mayoría de las personas contratan a especialistas para desarrollar el trabajo de limpiar una chimenea, todo el mundo puede hacerlo con algo de empeño y economizar así en los costes operativos. Lo primero que debes hacer es limpiar el interior visible y sellar posteriormente la boca de la chimenea con un plástico o nylon resistente para evitar polvillo en el interior de la habitación.
Debes para limpiar una chimenea proveerte de unas gafas cerradas, que no permitan el acceso de polvo desde el exterior y una mascarilla para la boca y nariz. Utilizando cepillos especiales para chimenea, los que puedes adquirir en una tienda, debes comenzar la limpieza desde el techo hacia abajo; en el sentido contrario al que circula generalmente el humo.
Una vez que percibas que el trabajo de limpiar una chimenea en su interior a concluido y el polvo se asentó, el siguiente paso es retirar todos los desechos depositados en la parte inferior producto del cepillado. Solo resta sacar el plástico protector y con una aspiradora comienza a eliminar el polvo resultante.