Lámparas de cristal

Las lámparas de cristal son elementos de iluminación colgantes del techo que reciben electricidad y por un efecto de las piedras que componen la lámpara en especial los vidrios y las piedras hacen que la luz se refracte dando luminosidad. También pueden ser de pie, o de mesa.

Si el cristal años atrás era el rey del clasicismo, ahora lo vuelve a ser pero de las líneas modernas. Si vemos un catálogo de iluminación, el cristal se encuentra en todas ellas, desde los diseños más tradicionales hasta los más vanguardistas.

Las lámparas de cristal mas importantes son las de caireles, se pueden hacer de cristal de Bohemia, de cristal Checo, o de Murano; muchas fueron usadas a fines del siglo XIX con gas y también cuando se descubrió el uso de la electricidad, son derivaciones de los elementos de iluminación de la Edad Media para la Iglesia en donde se prendía velas y con el paso del tiempo se fueron agregando en la decoración piedras algunas semipreciosas, o cristales.

Lo más importante si queremos incluir lámparas de cristal en nuestra casa, es recordar que el estilo del resto de la decoración del hogar debe ser muy sencillo para conseguir este efecto, nunca optes por este tipo de lámpara si tu decoración es de por si clásica y recargada, ya que conseguirás el efecto contrario, creando un ambiente excesivamente saturado.

Son también perfectas a la hora de decorar un baño. Le dan un toque elegante y distintivo a cualquier tipo de decoración, tanto si es rústico, como minimalista o más romántico. Captando la atención hacia este punto. Los cristales irradian lumnosidad, limpieza y claridad a la estancia.

Limpieza de las lámparas de cristal

Las lámparas de cristal por lo general, dan una imagen majestuosa a cualquier estancia, pero al estar expuestas constantemente a la suciedad ambiental es necesario limpiarlas con intensidad cada cierto tiempo. Te acercamos estos consejos para la limpieza de lámparas de cristal mas clásicas ya que las lámparas de cristal más modernas y vanguardistas, también son mas sencillas para la limpieza, porque suelen ser desmontables fácilmente para poder lavar los cristales de manera individual e incluso en el lavavajillas.

– Cubriremos las bombillas que miran hacia la parte del techo con bolsas transparentes y las ataremos con gomas elásticas.

– En un recipiente mezclaremos una parte de alcohol y amoniaco con tres partes de agua destilada. También existen limpiadores específicos para lámparas de araña que podremos encontrar en tiendas de iluminación.

– Añadiremos cualquiera de las dos soluciones en un pulverizador y rociaremos poco a poco diferentes partes de la lámpara. Tendremos que evitar rociar los cables o cualquier otro componente eléctrico.

– Podremos rociar los cristales y dejar que se sequen goteando (si vamos a usar esta técnica de limpieza tendremos que colocar un trapo bajo la lámpara). Si la lámpara tiene demasiada suciedad acumulada tendremos que lavar a mano cada uno de los cristales.

– Quitaremos las bolsas de plástico de las bombillas cuando los cristales estén secos y limpiaremos los soportes de las luces y el resto de piezas que no sean de cristal, humedeciendo un trapo con cualquiera de los dos limpiadores que comentamos con anterioridad.

– Dejaremos que la lámpara permanezca secándose al menos una noche para poder volver a encenderla.

– Para mantener nuestras lámparas de cristal no es necesario que llevemos a cabo esta limpieza de forma constante, pero sí al menos una vez al mes para que la suciedad no se acumule y no tengamos problemas a la hora de limpiarla.