Poniendo la atención en diseños sencillos, lineales y sobre todo realizados con elementos propios de las bondades de la naturaleza, iluminar con simpleza parece ser una tendencia que de a poco se ha estado entrometiendo en decoraciones modernas, en las que el minimalismo requiere de piezas sin agregados ni complejidades inútiles en su concepción.
Aprovechando las virtudes propias de los elementos naturales como el brillo de algunos metales, la incomparable belleza de la madera y el encanto de algunas piedras tales como el mármol, esta modalidad de iluminación busca reflejar el encanto de las velas sobre las superficies de los mencionados elementos.
Muchos de los diseños para iluminar con simpleza, como no podía ser de otra manera, están pensados como base para las velas. Es que la ondulante llama, el reflejo de la misma sobre el mármol, cobre o madera y el permanente juego de sombras torna a estas piezas irresistibles.
Transmiten, indudablemente, sentimientos de paz y relajación, invitando a la reflexión y al contacto directo con elementos propios de la naturaleza. Al ser accesorios diseñados para iluminar con simpleza, la escasez de complejidades en la concepción de las formas permite apreciar aún más las virtudes innatas de cada material.
Por otra parte, otras creaciones consideradas dentro de este grupo destinado a iluminar con simpleza apelan al recurso de integrar dos o más elementos naturales en un mismo elemento. Algunos logran combinar madera y cobre con elegancia y belleza; respetando siempre el principio de un diseño sencillo.
Bases redondas, algunas otras cuadradas y otras formas geométricas habituales suelen ser suficientes para elaborar a partir de las mismas bellas bases a manera de candelabros rústicos hechos con mármol. Es que iluminar con simpleza depende principalmente de la calidad de la materia prima; en definitiva la protagonista de esta nueva tendencia en ámbito de la iluminación de espacios interiores.