Al igual que los individuos, los hogares con personalidad son también una realidad. Es que en muchos casos resultan ser una extensión del estilo de vida o las características propias de sus dueños. Fundamentalmente en aquellas viviendas donde vive una sola persona, la decoración marca su estética en base a gustos y predilecciones propias de quien la habita.
Para explayarnos más en el concepto, es acertado aseverar que el hogar transmite en la mayoría de los casos la esencia de una persona. Si se arregla un departamento o casa de acuerdo a la real elección del morador, se convertirá ineludiblemente en su lugar en el mundo, al que recurrentemente pretenderá volver una y otra vez.
Pese a que el interior es donde verdaderamente se suelen exponer los elementos predilectos de las personas que viven en una lugar, los hogares con personalidad suelen también marcar cierto aspecto vinculado a la temática seleccionada en el exterior de la misma. La creatividad y el estilo puede experimentarse también en esos sectores destacando gustos y particularidades subjetivas.
Los colores seleccionados para pintar el exterior son transmisores instantáneos de percepciones para los transeúntes. Es por medio de éstos que puede especularse con el tipo de personas que habitan en la vivienda. Indudablemente, ese es un aspecto que determina a los hogares con personalidad.
Pasando al interior de los hogares con personalidad, es también el color un factor importante. Sin embargo, otros componentes como son los muebles, el piso y los adornos que se exponen a simple vista forman parte de una atmósfera generada merced a los gustos personales del morador. La realidad indica que una ambientación puede generar diferentes tipos de sensaciones, y es en éstas donde radica la particularidad de cada caso.
Incluso, en los hogares con personalidad es fácilmente perceptible el gusto de las personas por la pintura, las esculturas o la música. De la misma manera, algunas decoraciones evidencian con determinantes testimonios visuales las creencias religiosas que en ese hogar resultan predominantes. Y tú, ¿ya has definido la personalidad de tu propio hogar?
