Las brujas son uno de los símbolos más representativos de Halloween. Su misterioso proceder y el horripilante aspecto con el que se las identifica le han dado mucha trascendencia con el paso de los años.
Su capacidad para mezclar ingredientes repulsivos y ejecutar hechizos y
maleficios son tan comunes a estos tradicionales personajes como los clásicos pájaros negros, gatos y, por supuesto las escobas como su medio de transporte.
Considerando las apreciaciones anteriores, nada impide que la vivienda de cualquier persona pueda convertirse durante el desarrollo de los festejos en una auténtica casa de brujas.
Las escobas son elementos muy económicos y adornan muy bien cuando son colocadas en conjunto. En el ingreso a la vivienda, una buena idea es crear un pequeño sendero delimitado por escobas atadas entre sí a ambos lados del camino.
Agregando algunas velas o sticks luminosos se potenciará la apreciación por parte de los visitantes. Por medio de una soga resistente, las escobas pueden ser colgadas desde un árbol cercano hasta el pórtico de la vivienda.
Colocar algunos sombreros de brujas desparramados por el jardín y cercanos al sendero es una misteriosa forma de llamar la atención de los mas curiosos. Para hacer una experiencia aun mayor, colocando dulces dentro del sombrero, que también puede colgarse, se premiará a los mas valientes dispuestos a explorar.
Los sombreros pueden crearse fácilmente con cartulinas de color negro. Simplemente se forma un cono con una de las laminas y con otra se recorta una circunferencia que servirá de solapa. Abrochando ambas partes se logra el producto final.
Las calabazas son tradicionales adornos y no tienen por qué estar ajenas a un hogar de las brujas. Colocando algunas iluminadas con velas cercanas a la puerta de ingreso le darán a los visitantes un punto de referencia.
Pueden incorporarse además algunas siluetas recortadas con cartulina de gatos, arañas y pájaros y clavar los mismos al suelo mediante varillas finas de madera.