Las habitaciones familiares son esos espacios comunes del hogar, que puede coincidir o no con las tradicionales salas principales. Es en esos lugares donde los moradores suelen compartir actividades como jugar entretenimientos de mesa, leer, ver televisión o recibir la visita de amigos, entre otras cosas. Básicamente, es un ambiente multifuncional.
Algunas, incluso, comparten el ambiente con alguna otra disponibilidad ofrecida por la estructura de la vivienda; formando parte así de una gran habitación delimitada imaginariamente por sillones, muebles de almacenamiento u otras detalles tales como paneles o columnas.
Al ser un punto de encuentro compartido donde convergen distintas generaciones, ideas y gustos personales, las habitaciones familiares se identifican fundamentalmente por la informalidad o falta muchas veces de congruencia entre la pintura y decoración original y los objetos o accesorios incorporados inconscientemente por cada miembro del grupo familiar que comparte el espacio.
Las habitaciones familiares se rigen por la edad de los miembros de familia. En el caso de contar con niños, seguramente se generará casi como por arte de magia la proliferación de juguetes en general. El secreto para regular esta invasión es establecer un sector específico para este fin, definiendo el mismo con una alfombra amplia; por dar un ejemplo recurrente.
El almacenamiento es clave para mantener ordenadas y con cierto grado de organización a las habitaciones familiares. Tanto en el caso de los juguetes como en la existencia de libros o revistas contar con un baúl para los juguetes y una biblioteca acorde al decorado serán siempre elementos de gran ayuda.
Los complementos relacionados a mejorar la estética y el confort de las habitaciones familiares debe intentar ser resistente al clásico y rutinario tránsito de personas y permanente utilización de los mismos sin que necesariamente carezcan de virtudes estéticas. Para esos casos específicos, nada mejor que el uso de alfombras, cortinas y tapizados oscuros; los que permiten disimular un poco más la suciedad que las telas pueden acumular rápidamente.
