El cuarto de baño es un lugar específico de la casa, diferente al resto. Muchas personas hacen de este lugar un espacio de relajación y meditación, totalmente alejado del entorno. Pero más allá de su función específica, este ambiente se ha convertido en uno de los preferidos por los decoradores para expandir su creatividad y explorar nuevas opciones.
Teniendo en cuenta esa idea y con el fin de no afectar el normal funcionamiento de las instalaciones sanitarias, la selección de la grifería para el cuarto de baño es sumamente relevante. No sólo se trata de la belleza de los accesorios, también es necesario considerar la calidad de los mismos.
Principalmente los acabados en cromo o níquel son ideales para resaltar el brillo y características especiales de éstos materiales. Pero no basta sólo con cubrir las necesidades visuales. Este tipo de terminaciones debe ir acompañado por calidad de elaboración si la intención es que tenga una respetable durabilidad.
En el caso del cromo, su adaptabilidad a los diferentes estilos decorativos es admirable. Tiene frescura, modernidad y estilo; además de ser una de los materiales más duraderos.
Es posible profundizar aún más los acabados y detalles decorativos utilizando griferías con acabados químicos como el PVD, iniciales que adaptadas al español significan Deposición Física de Vapor. Son elementos un poco más caros pero garantizan mayor resistencia a los rayones y otros daños comunes.
Más allá de los acabados clásicos como el bronce puro, existen otros que ayudan a aumentar el abanico de posibilidades a la hora de elegir la grifería adecuada.
La elección está totalmente sujeta al gusto de los habitantes del hogar. Texturas, colores y diferentes acabados le darán estilo propio al cuarto de baño. Los colores más claros y acabados brillantes generan frescura y funcionalidad, mientras que las tonalidades opacas son menos propensas a acumular suciedad o sarro.