Por medio de la publicación de otros post en Decoracionia.net se han compartido ideas para un positivo aprovechamiento de los garajes.
Desde salas multimedia hasta habitaciones para huéspedes, las opciones brindadas han sido realmente variadas. Sin embargo y teniendo en cuenta la inminente llegada de Halloween, en este artículo se asesorará con respecto a la utilización de ese espacio como un terrorífico centro de atención de una fiesta del horror.
Con elementos que pueden adquirirse fácilmente sin necesidad de invertir en nada y otros de bajo costo que pueden comprarse en tiendas locales es posible convertir un garaje en un nido de espeluznantes exposiciones visuales.
Generalmente las paredes de un garaje están repletas de herramientas o elementos de uso habitual en la reparación de objetos, por lo que el primer paso es cubrir cada uno de los muros con sábanas blancas o grises. Añadir tela de araña de fantasía encima o cerca de las mismas y en puertas y ventanas garantiza un aspecto mucho más realista.
Un truco clásico pero efectivo para asustar a los desprevenidos es colgar un ficticio fantasma que, por medio de un sencillo sistema de cuerdas se traslada de un extremo al otro cuando la puerta del garaje se abre.
Elaborar el fantasma es muy sencillo, basta con un globo o recipiente redondeado para formar la cabeza a la que se atará un gancho para que pueda deslizarse por las cuerdas o el alambre dispuesto. Luego solo resta cubrir todo con una sábana o telas livianas que exageren los movimientos durante el traslado de un sector a otro.
En el ingreso al garaje desde el exterior pueden agregarse lápidas elaboradas en casa o compradas en tiendas relacionadas con el rubro. Cadenas hechas con cartón y pintadas con diferentes tonalidades de grises pueden colgarse de techos y árboles para crear un ambiente aún más escalofriante.
