Desde hace cientos de año, el atractivo por las piedras preciosas y todo tipo de joyas en general es innegable. Distintos líderes tales como faraones, reyes y emperadores han sido fervientes coleccionistas de estos brillantes adornos. Exponer la bijouterie es desde entonces una manera atractiva de decorar, colmando además el ambiente de glamour y elegancia.
Estos vistosos accesorios solían ser exclusivos y representaban el grado de grandeza y riqueza que ostentaban sus dueños. Afortunadamente, en la actualidad es posible obtener algunos elementos que seducen mediante su valor y aspecto.
Exponer la bijouterie de manera adecuada es una tarea que requiere de cierta dedicación. No es posible, por ejemplo, hacer lucir una colección en un ámbito demasiado oscuro o apoyando cada pieza sobre una superficie demasiado rústica. El secreto radica en intentar resaltar la presencia de la bijouterie pero sin alterar la esencia o el sentido general del decorado.
Las vitrinas de cristal son una excelente forma de exponer la bijouterie, siendo tal vez el aspecto negativo la rápida y evidente suciedad que suele acumular el cristal. Polvillo, marcado de huellas digitales y otros tantos riesgos sugieren un mantenimiento demasiado dedicado; algo que muchas personas no pretenden sumarle a sus obligaciones cotidianas.
Por otra parte, un sencillo proyecto de bricolaje puede realizarse de manera muy sencilla y garantiza una atractiva forma de exponer la bijouterie con elegancia y un alto sentido decorativo. Simplemente se necesita un tubo de cartón que puede obtenerse al terminar la última hoja de servilletas de papel o rollos de papel higiénico.
Para obtener la pieza en la que se podrá exponer la bijouterie solo se cubre con una tela seleccionada con anterioridad la totalidad del tubo, generando una pequeña columna. Abrochar cada extremo de la tela en torno al tubo es más que suficiente. El aspecto de dicho elemento expositor dependerá entonces de la calidad y belleza de la tela seleccionada.