Aunque a veces pasan desapercibidos y parecieran no estar pensados con antelación al ser seleccionados para formar parte de la decoración y estética general de una habitación, los estampados cumplen una función verdaderamente importante; aportando diseño, color y en muchos casos seductoras texturas para disfrutar a pleno.
Si tu deseo es lograr un estilo sumamente original y atractivo al ambientar un espacio, es imposible pasarlos por alto y dejar su suerte librada al azar. La mejor manera de sacar un mayor provecho a sus beneficios es elegirlos de acuerdo a la decoración que quieras implementar para un sector específico dentro o fuera del hogar.
Para realizar una buena elección de los estampados, el primer paso es determinar el espacio y los objetos específicos sobre los cuales aplicar la estampa. Generalmente, las mismas se centran en sofás, cortinados, alfombras e incluso las pantallas de las lámparas. Es que, de acuerdo al objeto y el entorno, es que deben elegirse los pertinentes estampados.
Una excelente técnica para provocar sorpresa y frescura, es la idea de combinar diferentes estampados para un mismo fin. Rayas, flores y otros tantos motivos pueden ser incluidos de manera conjunta sin ningún tipo de inconvenientes; siempre y cuando se respete la idea original de la decoración a establecer.
Por otra parte y como mencionamos con anterioridad, las texturas juegan un rol fundamental al momento de elegir los estampados. Esta afirmación es motivada por el hecho de que la calidad de las telas y sobre todo la variedad de las mismas, pueden ser fundamentales para que los estampados luzcan con mayor elegancia.
Por último, es acertado aseverar que la diversidad hace a la originalidad. No solo se trata de jugar con distintos estampados, sino que además los tamaños de los cojines, alfombras y todo tipo de elementos con una misma estampa gozan de su propia belleza; generando una relativa uniformidad.
