Generalmente la temática de nuestros post es acerca de qué debemos hacer para lograr ambientes armoniosos, destacados, estéticos y originales. Sin embargo, en raras ocaciones nos centramos es una cuestión clave para que los esfuerzos no sean en vano y los deseos del espacio soñado no se vean truncados. Compartimos en este post algunos errores habituales de decoración.
Algunas cosas puntuales a considerar pueden alterar drásticamente las habitaciones y convertir algo que debería ser placentero, en un sin número de objetos y adornos son sentido y carentes de uniformidad estética.
Uno de los principales errores habituales de decoración es pensar que la habitación debe contar con un gran espacio libre en centro de la misma. Se incurre así en el error de colocar todo, prácticamente todo, pegado a las paredes. Esto impide una especial exposición de aquellas piezas dignas a resaltar. Todo parece parte de un mismo objeto lineal, no de maravillosos elementos destacados.
Si bien existen colecciones de mucha calidad que contemplan sofás de dos o tres cuerpos acompañados por otros sillones individuales, utilizar el juego completo con las mismas características resulta aburrido, poco elaborado desde el punto de vista estético. Combinar un sofá con sillas o sillones individuales en otros patrones o colores causa una alegre impronta, dándole automáticamente vida a la decoración.
Independientemente del ambiente a embellecer, otro de los errores habituales de decoración es dejar de considerar la escala de las cosas. Tener presentes las medidas de la habitación es fundamental para saber constantemente cuales son las referencias a tener en cuenta cuando se adquiera una nueva pieza decorativa.
Creer que los tapizados deben estar acordes con el entorno es uno de los grandes errores habituales de decoración. Si son muebles de pana, no es necesario que todo lo que se encuentre a su alrededor lo sea. Por el contrario, el atractivo se encuentra en la inteligente integración de diferentes materiales conformando un mismo ambiente.
