Si la intención es encontrar nuevas ideas para decorar un cuarto, los dormitorios románticos cottage son indudablemente una opción sumamente valorable. La suavidad de las texturas, el relajante entorno creado y la elegancia rústica de este estilo son argumentos suficientes para seleccionarlo al ambientar una habitación destinada al descanso.
Incluyendo principalmente motivos florales y fondos en colores claros o pastel, son dormitorios con un profundo y marcado sentido de feminidad. Belleza, delicadeza y la generación de agradables espacios son sus principales características.
El término cottage hace referencia a las antiguas granjas o casas campestres, donde la integración de arreglos decorativos basados en el entorno natural son una constante. Adaptados a la actualidad, los dormitorios románticos cottage intentan recobrar la esencia de esas habitaciones rústicas con un implícito respeto por la estética y los pintorescos detalles.
Sin embargo, la intención de estos ambientes es mantener cierto grado de uniformidad, incorporando empapelados, ropa de cama, pequeños cuadros e incluso muebles que sean acordes a una idea inicial, la que siempre respetará los principios característicos descritos con anterioridad.
La incorporación de algunos otros elementos clásicos de los dormitorios románticos cottage pueden aportar un atractivo mayor y generar una visualización general mucho más impactante y atractiva. Un claro ejemplo son las chimeneas a leña, una excelente manera de calefaccionar el espacio y reproducir con mayor veracidad una clásica escena de viejas épocas campestres.
Fundas para sillas y tapizados en colores pastel son las primeras opciones a tenerse en cuenta cuando se selecciona el mobiliario para dormitorios románticos vintage. La combinación de cojines que respeten esa norma junto con mobiliarios elaborados en hierro forjado refuerzan la inicial idea de un ambiente de este tipo.
Más allá de los estampados, las flores en estado natural sirven tanto para decorar como para aromatizar y crear así una atmósfera romántica, la que puede acompañarse con velas si la idea de colocar una chimenea es demasiado descabellada.