Como ocurre con una página en blanco a la cual al que llenar, la disposición de los muebles al diseñar una habitación es algo que debe librarse al gusto personal. Sin embargo, existen algunas pautas esenciales para que puedas sacar el mayor provecho posible a los espacios e incluso simplificar la funcionalidad cotidiana de los elementos y moradores que conviven diariamente.
Tomando en consideración algunas reglas básicas, es posible establecer algunos consejos que atentan directamente al confort y una mejor estadía en la sala principal, lugar por excelencia para compartir gratos momentos junto a la familia o para recibir la visita de amigos u ocasionales personas que se acercan por diferentes motivos.
Una sala bien dispuesta y ordenada, indudablemente influirá en gran parte en la percepción de quienes ingresan a la misma con respecto al resto del hogar. Es bajo ese sentido que la disposición de los muebles merece especial atención por ser un condicionante para el desarrollo de la vida en su interior.
El primer concepto a desarrollar cuando se procede a la disposición de los muebles es la función para la cual está pensada la habitación. Esta característica incluye, entre otras cosas, la cantidad de personas que habitualmente conviven en ese espacio y el objetivo concreto para la cual será utilizada de manera recurrente. Ésto puede ser, por ejemplo, como el centro de entretenimientos de la familia donde se ven películas, se escucha música o se disfruta de la lectura.
El segundo concepto a considerar en la disposición de los muebles es el llamado punto focal, que básicamente se refiere a tomar un centro principal de atención, como puede una chimenea, y orientar en base a esa la dirección de los muebles para que sean elementos aleatorios a ese punto focal.
En un próximo post estaremos compartiendo muchas más ideas para que puedas en tu propio hogar encontrar la perfecta disposición de los muebles y lograr así una sala que sea funcional y confortable para la mayoría de las personas con las que sueles compartirla.
