Absolutamente diferente a las ambientaciones hogareñas, decorar una tienda requiere de otras metodologías tendientes a la satisfacción del cliente y, por supuesto, crear un espacio propicio para que las ventas puedan ser concretadas.
En el presente post Decoracionia comparte algunas de las principales ideas para que el negocio luzca de la mejor manera posible, sin necesidad de gastar una fortuna en remodelaciones.
La organización de los espacios es vital para un funcionamiento adecuado en concordancia con la vorágine operativa del lugar. Al decorar una tienda se deben considerar dos principios básicos: exhibir los productos y ofrecer un ambiente relajado en el que los clientes y acompañantes puedan sentirse a gusto.
Una vez que se determina el espacio dispuesto para cada sector deben elegirse los colores que darán vida a las paredes. La temática de la tienda es la que comienza a definir qué tonalidad es la que se verá perfecta. Los negocios infantiles requieren colores brillantes y alegres, en tanto el negro combinado con plata o dorado es ideal para tiendas de moda o vanguardistas.
De manera conjunta con los colores elegidos para pintar, los muebles son los que determinarán el estilo al decorar una tienda. Zen, minimalista, romántico, bohemio o el que se desee pueden lograrse al seleccionar los materiales, texturas y colores de los muebles.
Indudablemente, los productos deben ser el principal atractivo al decorar una tienda. El secreto para una exitosa muestra es encontrar el equilibrio perfecto entre cantidad de elementos y disposición de los mismos.
Los productos destacados se ubican preferentemente a la altura promedio de los ojos de los futuros clientes para seducir a posibles compradores. La accesibilidad al tacto de las prendas por parte de los visitantes debe ser sencilla y establecida en base a los cuidados requeridos para cada elemento en particular.
Otros detalles componen un combo ineludible al intentar decorar una tienda, los cuales serán desarrollados en artículos posteriores.