Es común en muchas viviendas exponer cuadros artísticos para embellecer los muros y algunos otros espacios. Obras maestras, fotografías ampliadas e incluso vinilos son aptos para lograr este fin. Sin embargo, ¿por qué no decorar el hogar con creaciones infantiles?
A diferencia de la sofisticación inculcada por los cuadros clásicos, los dibujos y collage de los niños son una alternativa distinta, que además aporte dulzura e identidad a las habitaciones familiares.
A diferencia de la tendencia de mantener las creaciones de los más pequeños en sus dormitorios o sectores infantiles, una notoria exposición de sus trabajos en distintos ambientes de la casa es una llamativa forma de darle vida a un hogar.
En el caso de las habitaciones ambientadas mediante estilos clásicos o tradicionales, encuadrar las expresiones artísticas hará que las mismas se integren fácilmente al decorado en general.
Unificar una exposición determinada en un muro o sector se puede conseguir respetando algunas tonalidades o materiales utilizados en los marcos. Algunos elementos domésticos como ganchos para colgar la ropa, perchas en desuso y otros objetos pueden ser muy útiles al intentar exponer las pequeñas grandes obras.
Más allá de que decorar el hogar con creaciones infantiles ayuda a disimular y rejuvenecer espacios sombríos o carentes de calidez, la gran ventaja radica en que los mismos pueden mantenerse durante años en excelentes condiciones; pasando posteriormente a ser, además de adornos, recuerdos de familia.
Algunas expresiones cargadas de subjetividad como el marcado de manos con acuarelas de colores, pequeñas oraciones escritas de puño y letra servirán en el futuro para retroceder en el tiempo y mantener vívidos recuerdos de algo existente, palpable y visible.
Desde el punto de vista de los niños, decorar el hogar con creaciones infantiles de su propia autoría los ayuda a potenciar su autoestima, sintiéndose completamente orgullosos al ver que sus obras son exhibidas para todas las personas que visiten su hogar.
