Decorar con vinilos tanto en dormitorios, cocinas, baños, salas o en distintas partes de la casa es una idea sencilla y muy vistosa, los vinilos son una herramienta muy útil para darle personalidad al hogar. Los vinilos pueden ser colocados en las paredes, muebles y también en las ventanas.
Existen diversos catálogos de vinilos para optar por la imagen que más se adecue a cada espacio de la casa. Un vinilo puede ser combinado sin ningún problema con otros elementos de la casa como una escalera, muebles o ventanas. Además, son ideales para darle un agregado a la pared por encima de su pintura original.
Entre los tipos de vinilos que podemos encontrar, están los translúcidos. Estos son ideales para colocar en espacios en los cuales hay entrada de luz solar. Son ideales para decorar como así también para suplantar por la cortina en los ventanales más pequeños.
Hay algunas empresas que venden los vinilos por elementos separados y esto permite a quien decora el hogar armar la composición que desea y con la medida que pretenda decorar determinado espacio.
Cómo colocar un vinilo
Lo primero que hay que revisar antes de colocar el vinilo es que la superficie en la que se lo va a colocar esté limpia y no esté húmeda. Si no es una superficie porosa, como los vidrios, azulejos o espejos se recomienda humedecer la superficie antes para una mejor adherencia y acabado.
El primer paso es posicionar el vinilo sobre la superficie con el papel base y acomodarlo en la posición exacta y luego sujetarlo en la parte posterior con cinta de papel. Después hay que retirar progresivamente el papel base siliconado logrando que el vinilo se adhiera al transfer.
Posteriormente hay que ir separando el papel y ayudarse con una espátula sin filo para presionar sobre la imagen. Después hay que repasar sobre el transfer para que el vinilo quede bien pegado. El último paso es retirar con cuidado el transfer de arriba a abajo y a 45 grados.
Si surgen dudas, es aconsejable consultar al fabricante antes de la colocación.