Colorida, vistosa, innovadora y principalmente muy sencilla es la técnica de decorar con muestrarios de pinturas.
La simpleza del proceso es tal que lo más complicado seguramente será conseguir casas de pinturas que obsequien algunos para ejecutar este tipo de manualidades y concretar hermosos trabajos con asombrosa rapidez.
Otra opción válida para conseguir este tipo de elementos, créase o no la parte más compleja del proyecto, es contactarse con familiares o conocidos que recientemente hayan afrontado refacciones o el pintado de alguna habitación.
Seguramente han tenido y conservan en su poder algunos cuadros correspondientes a los muestrarios que ya no les serán de utilidad. Una vez que se han reunido alrededor de cincuenta unidades o más, es hora de poner manos a la obra.
El más simple de los proyectos en los que decorar con muestrarios de pinturas se convierte en arte es la creación de murales, simplemente mezclando diferentes colores y pegándolos a una cartulina o plancha de telgopor. Para un producto final mucho más compacto, una vez pegados los cuadros es conveniente rociar el mural con aerosol acrílico incoloro.
Con estos muestrarios de pinturas es factible crear mosaicos con relieve, simplemente pegando con una cinta de dos caras cada una de las piezas. Formando cuadros, rectángulos y otras figuras se le da cierta uniformidad al diseño sobre la pared.
Jugando constantemente con el degradé de algún color en especial se consiguen resultados realmente bellos que pueden ser aplicados a marcos de fotografías, cuadros y cualquier adorno que permita una buena fijación de los muestrarios de pinturas.
La versatilidad y natural aptitud de estos elementos para la decoración motiva a la realización de otros sorprendentes proyectos, los que pueden ser afrontados con la certeza de resultados maravillosos gracias al colorido propio de cada uno de los muestrarios a utilizar. Como solemos afirmar, el límite es establecido sólo por la imaginación.
