Los elementos naturales tienen un inobjetable atractivo dentro del ámbito de la decoración de interiores. A través de diferentes maneras es posible integrar gratamente piedras, agua y demás recursos dentro de una habitación. Tal es el caso de decorar con madera, categorizando cualquier espacio que se intente embellecer.
Al ser un elemento noble, resistente y presentarse en diversas tonalidades y características de acuerdo a su origen, la madera sigue siendo uno de los materiales predilectos por la mayoría de las personas al realizar apliques distintivos en el hogar.
En el específico caso del diseño arquitectónico, decorar con madera las paredes es una modalidad que permite romper la monotonía del ambiente y generar un mayor interés visual mediante molduras, rosetones y revestimientos en general.
Lo mismo ocurre con los pisos. En aquellos casos en que las construcciones presenten terminaciones con suelos trabajados en lajas o mosaicos, pequeños apliques como baldosas de maderas distribuidas de manera organizada y representando un patrón realzan la belleza de una habitación.
Decorar con madera es una actividad que alcanza a todos los presupuestos. Desde los más escuetos hasta los que no conocen de límites pueden agraciarse con la incorporación de este material a sus ambientes. Generalmente las exóticas resultan más caras por su originalidad, pero existen varias alternativas para cubrir todas las necesidades de decoración.
Contrariamente a lo que ocurría con anterioridad, en épocas donde todo debía ser demasiado uniforme y combinar estrictamente, en la actualidad es muy común utilizar distintos tipos al decorar con madera. Gabinetes de cocina, pequeños objetos y apliques en general con diferentes tonalidades pueden convivir perfectamente dentro del mismo ambiente.
Un claro ejemplo es el uso de biombos elaborados con distintos tipos de madera. Son realmente muy útiles no sólo para dividir espacios dentro de una misma habitación sino que además rompen con la hegemonía de una vivienda que resulta insulsa.
