Pasada la Navidad, en muchas hogares comenzamos a predisponernos para la preparación de un decorado adecuado para despedir el año en curso y recibir al entrante, colmados de esperanzas, deseos y buenos augurios. Es en esa cuenta regresiva que centramos la atención, el minuto exacto en que un nuevo año inicia su reinado.
A través de un bricolaje sencillo y muy agradable, es posible representar ese conteo y convertirlo en una original e interesante pieza decorativa para las ambientaciones referidas a fiesta de año nuevo. Seguramente encontrarás en este proyecto un especial encanto, del que serán partícipes los invitados en el momento previo a las cero horas del próximo año.
La concepción de esta serie de adornos que conforman la cuenta regresiva es realizada a partir de la utilización de diez corchos de vinos o champagne. Cada una de esas piezas debe ser cortada con un cuchillo para artesanías donde serán posteriormente insertados los números. Utilizando cartulinas de colores, es necesario imprimir las plantillas correspondientes a cada uno de los números.
Una vez que se han recortado las plantillas impresas con los números pertenecientes a la cuenta regresiva es momento de insertarlos en las hendiduras propias que se han provocado en cada uno de los corchos. Es de esa manera que cada pieza adquiere su forma, colores y aspectos definitivos.
Este tipo de adornos tienen una valoración especial ya que son alusivos a un acontecimiento que ocurrirá durante el propio desarrollo de la velada, por lo que puede ser realmente un centro de atracción para el interés de los invitados que ansiosamente formarán parte de la cuenta regresiva hacia los nuevos trescientos sesenta y cinco días del renovado calendario.
La incorporación de algunos relojes hechos con cartón corrugado pueden potenciar más la intencionalidad de la llamada cuenta regresiva, generando una atmósfera aún mayor en relación a los minutos previos para el comienzo de un nuevo año.