Son escasos los moradores y decoradores en general que se atreven a tenerlos en cuenta. Es que realmente no son tonalidades frecuentes en decoraciones más tradicionales donde los impactos visuales son poco comunes. Sin embargo, enamorados de su estridente y brillosa presencia, muchas personas han optado por incorporar colores fluorescentes a sus ambientaciones.
La iluminación que irradian y el impresionante efecto reflexivo que generan ayuda a darle vida y frescura a cualquier habitación opaca, con ausente atractivo estético. Verdes, amarillos, fucsias otras tantas versiones son ideales para combinar con fondos negros o blancos, de manera indistinta pero causando efectos disimiles.
Principalmente solicitados en casas de pinturas para ambientar espacios modernos o con fuertes acentos Pop Art, los colores fluorescentes deben ser aplicados con cautela y en dosis adecuadas. Demasiado de lo mismo, más aún con la intensidad que estos generan, puede desbaratar cualquier intento de lograr una habitación estéticamente atractiva.
También es muy interesante el concepto de aplicación de colores fluorescentes a marcos de espejos, patas de los muebles de la sala y otros tantos objetos que permiten incorporarlos sutilmente pero a la vez con mucha presencia visual y determinación.
Las maderas naturales, por ejemplo, pueden ser un material ideal para aliarse con la intrépida presencia de los colores fluorescentes. En habitaciones infantiles, por ejemplo, ya no es una novedad el uso de un amplio abanico de colores que ofrecen una especial luminosidad que verdaderamente invitan al juego y al desarrollo de actividades en general por parte de los más pequeños.
En ambientes adolescentes o juveniles, el arte del grafiti evoca inevitablemente la utilización de los colores fluorescentes. Si bien es un poco arriesgado dejar que los jóvenes decoren las paredes con aerosoles a su antojo, es acertado indicar que esta actividad potencia la creatividad de los mismos y les genera un mayor sentido de pertenencia y autoestima en relación a su dormitorio.