En innumerable cantidad de oportunidades hemos destacado la importancia de estos elementos para generar un detalle decorativo distinto. Algunos son usados funcionalmente, en tanto otros solo son usados para embellecer y ser combinados con sofás y todo tipo de sillones. En este caso, centramos la atención en los llamados cojines asiáticos.
Estas exóticas piezas originarias del lejano oriente son ideales para ambientar habitaciones con la inminente intención de replicar un aura especial, basada especialmente en la relajación; pero sin dejar de lado la adhesión de color y elegancia a los distintos espacios a decorar.
Estos bellos cojines asiáticos pueden ser colocados tanto en el dormitorio como en salas principales, e incluso en áreas específicas con fines determinados, como pueden ser los espacios de lectura. Independientemente del lugar, su inclusión en el decorado es verdaderamente determinante y realza la valoración estética de ese sector.
La mayoría de los cojines asiáticos, al menos los que gozan de cierto grado de calidad, son generalmente hechos y bordados completamente a mano. La tela con la que está elaborado el cojín es muy importante y sirve para diferenciar piezas de calidad con respecto a burdas réplicas carentes de valor.
La seda, por ejemplo, es muy utilizada para la elaboración de este tipo de cojines. En definitiva, el valor de la tela es directamente proporcional al precio de cada producto en particular. El agregado de retasos de terciopelo es una característica bastante habitual. Su suavidad al tacto ayudan a la relajación y la armonía. Los colores pastel o neutros de fondo y la incorporación de tonalidades específicas como turquesas, morados, rojos y otros tantos clásicos del arte plasmado es parte elemental de los cojines asiáticos.
Por otra parte, las fundas asiáticas están disponible también para almohadas y rellenos de mayor tamaño, existiendo una gran cantidad de tiendas online dedicadas a la comercialización de las mismas.