Las luminarias son siempre un elemento esencial de cualquier habitación. La atmósfera a crear, el juego de sombras y en definitiva la apariencia general de un ambiente depende en gran medida de las características de las mismas. Una muestra cabal de esta aseveración es la fantástica Cinta Glaciar, creada por la compañía Lumicor para deleite de los amantes de las grandes dimensiones.
La increíble pieza tiene la apariencia de una hermosa obra de arte, manualmente trabajada en lino; material seleccionado fundamentalmente por sus características relajantes y aspecto realmente lujoso; ideal para lo que la compañía intentaba mostrar mediante el original diseño.
El hecho de que Lumicor logre este maravilloso concepto radica en el compromiso asumido por la empresa de trabajar sobre variadas opciones, ya que actualmente cuenta con más de doscientos cincuenta diseños para elegir. Cada uno de éstos es diagramado por arquitectos y diseñadores que trabajan conjuntamente para obtener piezas únicas e increíbles.
En el específico caso de la Cinta Glaciar, es indispensable acotar que la misma está realizada en tamaños exuberantes, pensados para dotar de luz a salones o habitaciones de dimensiones extensas; por lo que no es asequible para todo tipo de ambientes, siendo éste el único aspecto negativo del producto.
La primera Cinta Glaciar fue colocada en el edificio del First National Bank de Detroit, donde abastece de claridad, elegancia y lujo al diario acontecer de las actividades relativas a la casa bancaria. Obviamente, el principal atractivo radica en el tamaño pero es su personalizado aspecto el que consigue llamar la atención de los visitantes.
Independientemente de las combinaciones de transparencias y sombras mostradas por la Cinta Glaciar, es en la textura de la propia tela de lino donde radica gran parte del atractivo visual proporcionado por la pieza. Muchas luminarias han logrado cautivar la atención de decoradores y personas en general. Y esta creativa innovación no es la excepción a esa grupo.