Este debe ser uno de los métodos más económicos para decorar en la oscuridad y causar horror a las personas que visitan o casualmente pasan por la fachada de la vivienda o por el propio jardín. Se trata de recrear ojos amenazantes, de brillantes colores, capaces de interrumpir la uniformidad de los sectores más oscuros. La extraña sensación de sentirse observado deja de serlo para convertirse en una realidad. Esos ojos acechan, causan pánico y están ahí.
Incluso durante la misma noche de Halloween puedes optar por realizar esta manualidad de bajo coste. Es que en cuestión de pocos minutos y utilizando materiales desechables, ojos extremadamente peligrosos pueden ser incorporados a arbustos o espacios verdes en general.