La llegada de Halloween puede condicionar las características principales del hogar, atentando directamente contra la armonía y estilo propio de una vivienda.
En el caso del Feng Shui, por ejemplo, no saber cómo integrar la celebración con la decoración habitual que permite que la energía fluya constantemente puede causar drásticos efectos, transformando lo delicado en grotesco y lo relajado en saturado.