Los espacios verdes son poseedores de un aura especial. El contacto directo con la naturaleza al recorrer los distintos espacios durante una caminata es una experiencia magnífica. Sin embargo, la falta de previsión y el descuido de algunos lugares pueden impedir realizar esta gratificante actividad. Para contrarrestar la negativa, nada mejor que la creación de caminitos de jardín.
Una vez establecido por medio de la acción humana o simplemente por un trazado generado por la naturaleza, el siguiente paso es seleccionar el estilo deseado a plasmar durante el paseo. Distintos materiales y objetos aledaños son la clave para diferenciar un estilo del resto.
Si la idea consiste en crear caminitos de jardín con características rústicas, nada mejor que la madera como piso. Generalmente, el color natural de este material tiene tendencia a contrastar perfectamente con cualquier especie de flora. Más aún, para mayor comodidad y un efecto mayor en el aspecto general, la incorporación de barandas del mismo material refuerza la puesta en escena.
Otra opción sumamente valedera es crear caminitos de jardín con rocas y piedras autóctonas. Las piedras permiten además la instalación de pequeños estanques, algunos de los cuales pueden ejecutarse de acuerdo a las indicaciones precisas vertidas en un post anterior de Decoracionia.
En el específico caso de los merecidamente valorados jardines japoneses, la grava es el principal componente con el que se enmarcan y cubren los caminitos de jardín. No solo son vistosamente estéticos, sino que además permiten sentir el suave sonido de las piedritas al avanzar paso a paso por el trazado establecido, causando sensaciones especiales.
Independientemente del espacio disponible, algunos objetos extra como estatuillas, bebederos para pájaros, adornos alusivos a la decoración existente y otros detalles mínimos colaboran con la causa de darle personalidad a los caminitos de jardín, generando una escena temática determinada de manera completa.
