Como si fueran obra de un fotógrafo experto que logró captar a través de su lente el momento preciso, el instante justo, las bombillas de luz destrozadas recrean a la perfección ese segundo de destrucción; generando de esta forma una pieza única, colmada de originalidad y llamativa elegancia.
Estas creaciones de una visión sorprendente y estéticamente futurista es obra de la compañía sueca Gässling, la que dio a la colección el nombre de Rompiendo Bulbos. Literalmente las lámparas parecen hacerse añicos cuando se las mira, siendo increíbles para innovar y darle un enfoque diferente a la iluminación de cualquier habitación.
Inmortalizar el momento exacto donde se produce la rotura de los bulbos fue todo un desafío al diseñar estas bombillas de luz destrozadas. Una excelente forma lograda con animaciones en tercera dimensión y con ciertos matices de arte, tal como lo afirma el dueño de la compañía, Joakim Christoffersson.
El material con el que son fabricadas las bombillas de luz destrozadas es el funcional nylon blanco durable, un material que cada vez está siendo más utilizado por su versatilidad y virtudes relacionadas al moldeado y manipulación del mismo para lograr formas distintas, de difícil concepción.
Muy recomendable para aquellos ambientes que intentan obtener mayor frescura y cierto sentido de picardía y complicidad. En dormitorios adolescentes, espacios de juegos o sectores destinados a la recreación son los principales espacios en los cuales estas bombillas de luz destrozadas son insertadas de manera casi natural, por características propias.
Sin embargo, la realización de Gässling goza de un aspecto tan original y con terminaciones perfectamente logradas que es apto también para ser el punto focal de otro tipo de decoraciones como pueden ser aquellas con estilo moderno o contemporáneo. El gran tamaño de cada unidad, una una altura de veintiún centímetros de alto por catorce de ancho, permiten que la atracción hacia las mismas sea inmediata.
